sábado, 18 de abril de 2020

LIBROS: La zona muerta, Stephen King


De repente todo cambió para Johnny Smith. Luego de acompañar a su novia Sarah a su casa decide tomar un taxi. Fue una pequeña decisión que produjo grandes cambios en su vida. Luego de un choque frontal, sale despedido por el parabrisas. Johnny entra en un coma de cinco años. Cuando despierta, su vida ya no es lo que era. Su madre pierde la razón y su novia se ha casado y tiene un hijo. Pero lo peor de todo son aquellas visiones que comienzan a perturbarlo. Con solo tocar a una persona o un objeto que le pertenezca puede saber cosas de su vida: cosas que le han pasado o cosas que le pasarán. ¿Un don o un castigo? Quizás ambas cosas a la vez. Al principio, Johnny lo acepta pero progresivamente comprende que aquello es algo que no buscó y que no desea. El solo quiere volver a su vida normal. Muchos le escriben pidiéndole que les prediga el futuro, pero los ignora. Dios tiene para él un plan, había dicho su madre antes de morir. Una frase que carecía de sentido hasta que su hijo se cruza accidentalmente con Greg Stillson y estrecha su mano. A partir de allí, su infierno lo consume con voracidad. Su salud comienza a deteriorarse y Johnny Smith comprende que debe actuar con rapidez si quiere evitar que se cumpla lo que aquella fatídica visión le ha mostrado cuando estrechó la mano de Stillman.

Mario D. Foffano

miércoles, 15 de abril de 2020

CINE: Sinister, de Scott Derrickson


En principio podría tratarse de una típica película de terror a lo Stephen King. Tenemos a un escritor con una buena historia por escribir y posibilidad de convertirse, una vez publicada, en una celebridad y “pasar al frente”. Para lograrlo, se instala en una casa apartada de todo ubicada a la vera de una carretera por la que no circula casi nadie. Tiene dos hijos: Ashley, a quien le gusta llenar las paredes de su cuarto con extraños dibujos y Trevor, quien sufre una especie de sonambulismo. Su llegada al nuevo hogar no es nada auspiciosa. La primera visita que recibe es la del sheriff del lugar quien lo invita amablemente a mudarse a otro lado. Sabe que es un escritor de casos criminales y que ha llegado allí para investigar la muerte de toda una familia (salvo una de sus hijas que permanece desaparecida). El policía no quiere que alguien venga a revivir una historia que la comunidad intenta olvidar. Pero Ellison, el escritor en cuestión, persistirá en su intento por más que el policía quiera sacarlo del medio. Sabe que la masacre de esa familia es la historia que necesita escribir para reivindicarse como escritor. A todo esto hay que agregar que la casa en la que acaba de instalarse es aquella en donde han muerto cuatro de los cinco miembros de aquella familia, colgados todos de la rama de un árbol ubicada en el fondo del terreno. El prefiere investigar in situ, en el mismo lugar de los hechos, solo que esta vez le ha ocultado ese detalle a su esposa. Lindo coctel para empezar. Pero cuando Ellison descubre en el ático de la casa una caja que contiene un proyector y unas latas de viejas películas en súper 8, ya nada será igual para él. Ni para su familia.
            Algunos elementos que hacen que esta sea una buena película de terror: una banda de sonido que ayuda a la creación de climas; el uso eficaz del fondo de campo (da la sensación de que lo esencial sucederá allí y no en lo que está en primer plano); el uso de los claroscuros que ayudan a mantener la tensión; los maquillajes y la actuación de Ethan Hawke, quien supo interpretar la obsesión del personaje de manera convincente.
            Otro de sus méritos es que Sinister no abusa de los golpes de efecto. El espectador no pega demasiados saltos en la butaca, pero jamás dejará de sentirse perturbado ante una historia por demás inquietante.

Mario D. Foffano

CINE: Essential killing, de Jerzy Skolimowski


No aporta mucha información la trama sobre el personaje central de esta película. Suponemos que es un guerrillero musulmán. Tal vez las escenas iniciales transcurran en algún desierto de Afganistán o de Irak. Tampoco sabemos cómo se llama. Lo único cierto es lo que nos muestran las imágenes. Ha matado a tres soldados estadounidenses. Es capturado y torturado. Luego lo trasladan a un país de Europa del este, pero el vehículo que lo transporta se desbarranca y en la confusión logra huir. A partir de ese momento comienza un raid de supervivencia, el corazón mismo de la película, su esencia. De eso se trata Essential killing, de un hombre desesperado que intenta huir de su trágico destino en un ámbito adverso y que no conoce. Lo único que tiene es su instinto y su decisión de aguantarse lo que sea con tal de no caer en manos de sus perseguidores. Prefiere la incertidumbre de esa fuga alocada que de entrada se percibe como imposible. Prefiere el frío, las heridas, el hambre, el viento hostigándolo. Prefiere matar a quien sea que se cruce por su camino antes de arriesgarse a ser descubierto. Prefiere descender a los infiernos, convertirse en un animal, lo que sea antes de perder su libertad.
        Essential killing es una historia de supervivencia. Nada más que eso. No hay desarrollo de personajes. No hay perfil psicológico. La película es puro instinto, pura animalidad, puro deseo de sobrevivir. Todo es el aquí y el ahora. No hay pasado. Solo un presente caótico. La soledad de un ser que deambula sin destino por una tragedia anunciada.

Mario D. Foffano

LIBROS: Carrie, de Stephen King



            Carrie no fue la primera novela que Stephen King escribió, pero sí la primera que este prolífico productor de best sellers publicó allá por el año 1974. Parece ser que no estaba para nada conforme con su trabajo y, según lo que el mismo autor cuenta en Mientras escribo (On writing), su esposa recuperó el borrador del cesto de la basura y lo estimuló para que lo continuara.
            La historia transcurre, como en la mayor parte de las novelas de King, en el estado de Maine, en un pequeño pueblo llamado Chamberlain. La protagonista es Carrie White, adolescente a punto de graduarse, una especie de paria de su curso, el objeto de todas las burlas, la típica desplazada por sus pares por ser distinta, callada, introvertida. La novela comienza cuando Carrie sufre su primer período menstrual mientras se está duchando junto a sus compañeras luego de la clase de educación física. Sorprendida y sin comprender lo que le estaba pasando (su madre es una fanática religiosa que considera pecaminoso todo lo que está referido a la sexualidad y, por lo tanto, jamás le enseñó que las mujeres menstrúan), pide ayuda pues cree que se está desangrando, pero sus compañeras la humillan lanzándole toallas higiénicas y tampones.
            El hecho traumático le hace comprender a Carrie que su madre ha vivido ocultándole demasiadas verdades y que todo aquello que considera tabú o “sucio”, es algo absolutamente normal para el resto de sus pares. Pero hay algo más en Carrie, algo que la ayuda a contrarrestar esa violencia física, verbal y moral a la que es sometida, tanto por su madre como por sus compañeras de curso. Tiene poderes telequinéticos, esto es, la capacidad de mover objetos a través de su fuerza mental.
             Carrie intenta integrarse socialmente, pero ni sus pares ni mucho menos su madre, están dispuestos a aceptarla. Ante esta situación es fácil intuir que el monstruo no tardará en aparecer, y ése se perfila como el tema central de la historia: los monstruos que la misma sociedad engendra y que a la larga terminarán por destruirla. Carrie es víctima de un entorno excesivamente cruel, del maltrato al que la someten y de la interminable serie de humillaciones que ha debido soportar a la largo de su vida. Cuando los hechos se precipitan y la cruel broma que Chris Hargensen y sus secuaces han tramado para el momento cumbre del baile de graduación, dará rienda suelta a su venganza y ya será demasiado tarde para expiaciones o disculpas. El monstruo ha sido liberado y solamente la venganza total será capaz de detenerlo.
            La multiplicidad de fuentes le otorga a la novela un carácter coral. En efecto, en ella encontramos extractos de notas periodísticas, fragmentos de libros de investigación, artículos publicados en diversos medios, testimonios de los sobrevivientes de la tragedia y hasta transcripciones de las frases talladas en los bancos del colegio a donde acudía Carrie White. Todas estas voces intentan otorgarle veracidad a la historia, darle un estatuto de realidad. Algunas fuentes son complementarias de otras, por ejemplo, el artículo “El negro amanecer de la telequinesia” amplía la noticia periodística con la que empieza la novela, “Lluvia de piedras en Chamberlain”. Todos estos discursos están intercalados entre una narración en tercera persona que va refiriendo los hechos de manera fragmentaria. Al final, todos los discursos se complementan y le dan una totalidad a la historia.
            El tópico es bastante común dentro de la cultura estadounidense, sobre todo en el cine de terror: ámbito de colegio secundario, con adolescentes como protagonistas, víctimas todos ellos de muertes espantosas. Quizás aquí esté la clave del éxito de esta novela que no va mucho más allá de la mediocridad. King, en sus comienzos, había insistido con tramas protagonizadas por adolescentes conflictuados. Cuando publicó Carrie, tenía inédita dos novelas que publicó posteriormente con el pseudónimo de Richard Bachman. Una de ellas es La rabia[i], protagonizada por un joven esquizofrénico que mantiene secuestrada a toda su clase para impedir que lo encierren en un correccional por haber agredido a su profesor. La otra es La larga marcha[ii], una historia futurista en la que un adolescente participa, junto con otros jóvenes, de una larga caminata en la que cada uno se juega la vida en pos de un triunfo que les deparará fama y dinero. Finalmente fue Carrie el inicio de su exitosa carrera. Luego vendría una seguidilla de títulos, a mi juicio, mucho más interesantes: El misterio de Salem’s Lot, El resplandor, La danza de la muerte, La zona muerta, entre otros. King deja de lado a los adolescentes y elige otras temáticas: el vampirismo, la locura, el apocalipsis, la revelación de un futuro inquietante. El resultado es una narrativa mucho más compleja que la de su novela iniciática, alejada de los estereotipos y clisés, con tramas mucho más trabajadas y personajes mejor construidos.
            



[i] La rabia se publicó en el año 1977.
[ii] La larga marcha se publicó en el año 1979.

Mario D. Foffano

LIBROS: Cometierra, de Dolores Reyes

  La tierra sabe lo que se silencia sobre la superficie, contiene secretos que tal vez muchos sepan, pero no se animan a revelar. En esta no...